a veces la vida te hace piesito.

Trabajar tan duro por algo que realmente deseamos, pensar que no importa lo que hagamos todo vale la pena para llegar a la meta.
Estar dispuesto a todo,jugarse el pozo entero, por cumplir ese sueño. Pasarla tan mal en el mientras tanto, y empezar a sentir que solo cuando logremos lo que queremos, vamos a ser felices, perder de vista lo que estamos viviendo, y solamente contentarse con unos segundos ilusión, de lo satisfechos que vamos a estar cuando lo logremos.
Llegar a sentirse superior a los cercanos solo por tener una meta tan fija y estar dando todo de uno.
Llegar tan lejos, que nos sentimos que es nuestro momento.
Y alejarse, alejarse, como si nada hubiéramos echo.
La victoria se nos escurre de las manos y nada podemos hacer.
Caer tan bajo hasta no saber como levantarse, acurrucarse en un rincón, cerrar los ojos y dejarse ir.

Y de repente, siento como algo tibio,me toca, me presiona sin querer hacernme daño, pero a la vez con fuerza. Ahora siento el calor de la luz, en mis ojos, y me doy cuenta, es una mano, me jalan hacia arriba, lo siguiente que se, es que los mismos dedos que me levantaron ahora me limpian los ojos.
Es un gesto de tanta dulzura que me vuelvo a llenar de lagrimas, pero este no es un llanto de fracaso, este no es un lamento de desilusion; es el del amor, el de la alegria, la emocion.
A mi lado siempre estuvo ese ser querido que me acompaño en mi camino de descubrimiento, del buscar, del querer ser mas, estuvo en mis momentos dorados y en los que yo solo era un jarron quebrado.Levanto mis pedazos y los unio, uno a uno y con paciencia.
Gracias a el, me lleno de recuerdos, de experiencias, me siento completa aun cuando no he logrado mi sueño, no porque me haya dado por vencida sino por que ahora se el secreto de todo triunfo;el dejarse caer, y ayudarse a levantar.


Ahora se que no perdi, sino que gane tiempo.